CASA DE NEMESIO ANTÚNEZ
LONDRES 81

En la casa de Londres 81 nació el impulso creativo de Nemesio Antúnez, uno de los artistas más influyentes de Chile. Su obra y legado siguen transmitiendo una pasión inquebrantable.

‘Ojo con el Arte’. Así comienza la placa conmemorativa ubicada en Londres 81, una residencia que fue mucho más que un hogar: allí transcurrieron la infancia y adolescencia de Nemesio Antúnez. Según sus propias palabras, fue precisamente en esta casa donde “nació como pintor” a los seis años.

Nacido en 1918, Nemesio Antúnez Zañartu, destacado arquitecto, pintor y grabador chileno, fue una figura clave en la difusión artística y cultural del país. Aunque se formó como arquitecto en la Universidad Católica, su verdadera vocación lo llevó a la pintura y el grabado, campos en los que desarrolló una prolífica carrera. A los 25 años realizó su primera exposición de acuarelas en el Instituto Chileno Británico de Cultura, y poco después obtuvo una beca Fulbright que lo llevó a estudiar en la Universidad de Columbia en Nueva York. Allí trabajó en el célebre Atelier 17, donde compartió espacio con artistas como Joan Miró y Yves Tanguy, profundizando en las técnicas del grabado contemporáneo.

Tras su regreso a Chile en 1953, fundó el Taller 99, una iniciativa que transformó la percepción del grabado en el país. Allí desempeñó varias funciones, incluyendo labores de enseñanza y difusión de arte, dando espacio a distintos grupos de creadores, estudiantes y pensadores en un ambiente de libertad creativa, donde el arte se vivía como una experiencia colectiva y vital. 

El Taller 99 se convirtió en una de las más relevantes instancias para la formación y práctica del grabado en Chile, donde participaron artistas tan relevantes como Roser Bru, Dinora Doudchitzky, Eduardo Vilches y Juan Downey.

A comienzos de los años sesenta, fue nombrado director del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, cargo desde el que organizó varios concursos y exposiciones, incluyendo la emblemática Primera Bienal Americana de Grabado en 1963. En 1964 dejó la dirección al ser nombrado Agregado Cultural de Chile en Nueva York.

En 1969 asumió la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes, donde lideró importantes transformaciones, como la remodelación del edificio y la construcción de la sala Matta. Durante este período, también acercó el arte  al público masivo a través del programa de televisión Ojo con el Arte, donde explicaba obras y artistas de forma clara y accesible.

Con la llegada de la democracia, vuelve a ser nombrado director del Museo Nacional de Bellas Artes, donde reeditó el programa de televisión Ojo con el Arte, manteniendo su compromiso con la democratización del conocimiento artístico.

Su obra es grande y diversa. Cuatro de sus murales fueron declarados monumentos históricos en 2011: Quinchamalí (1958) y Terremoto (1958), Sol (1961) y Luna (c.1961). Así como otro de sus más famosos, Bailarines con volantines (1991) que se encuentra en el Museo a Cielo Abierto de Valparaíso. Su estilo, caracterizado por la fusión de técnicas tradicionales con enfoques modernos, refleja su constante búsqueda de nuevas formas de expresión.

Tras su fallecimiento en 1993, su legado perdura en instituciones que llevan su nombre y en la influencia que dejó en generaciones de artistas chilenos. Su vida y obra son testimonio de una pasión inquebrantable por el arte y su difusión en la sociedad.

Fue precisamente en esta casa donde Nemesio Antúnez “nació como pintor” a los seis años.

Una invitación a que revivas junto a nosotros esta historia, que también es tuya. Que te reencantes, resignifiques y reconectes con tu Patrimonio Cultural.
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