Ubicado en Arturo Prat 33, a pasos de la Alameda y del Instituto Nacional General José Miguel Carrera, se encuentra el Centro Cultural CEINA (Centro de Extensión del Instituto Nacional), que se ha consolidado como un espacio vanguardista dedicado a las artes, la cultura, la ciencia y la tecnología. Su privilegiada ubicación en el centro de Santiago, junto a hitos como la Iglesia de San Francisco, la Universidad de Chile y el Palacio de La Moneda, lo convierte en un punto de encuentro accesible para toda la ciudadanía.
La historia del CEINA está marcada por la persistencia y el compromiso de distintas generaciones. Concebido originalmente en 1962 como Aula Magna del Instituto Nacional, el edificio fue diseñado por el arquitecto José Llambías bajo una visión modernista. Sin embargo, la construcción quedó interrumpida por falta de financiamiento, en parte debido a la reorientación de fondos para la reconstrucción tras el terremoto de Valdivia.
Así, la estructura quedó inconclusa por más de cinco décadas y fue conocida informalmente por generaciones de estudiantes del Instituto Nacional como “Las Catacumbas”.
No fue sino hasta el 2015 cuando, gracias al impulso de exalumnos, la comunidad educativa, organizaciones culturales, el Gobierno Regional y la Municipalidad de Santiago, se retomó el proyecto. La restauración, liderada por el arquitecto Cristián Undurraga, mantuvo la expresividad de la obra original.
Finalmente, en 2018, se inauguró oficialmente el Centro Cultural CEINA, dando nueva vida a una infraestructura que permaneció dormida por más de medio siglo. El edificio te recibe con el mural Alma Mater Nacional del artista geométrico Miguel Cosgrove, una obra visual construida con pequeños fragmentos de cerámica que dialogan con el estilo modernista del edificio.
Con más de 7.000 m² distribuidos en cinco niveles, CEINA ofrece una infraestructura moderna y multifuncional. Cuenta con una imponente Aula Magna con capacidad de 794 butacas, el mayor recinto escénico del centro de Santiago; un teatro de cámara para 200 personas; dos salas de exposición de 350 y 280 m²; salas de ensayo y multimedia; una azotea para actividades al aire libre; y un foyer con cafetería y espacios comunitarios. Otra característica es que todos estos espacios están disponibles para arriendo, lo que lo convierte en una alternativa atractiva para instituciones, organizaciones y productores que buscan un lugar en pleno centro de la capital.