Fue un historiador, político, educador y pensador chileno, considerado como uno de los intelectuales más brillantes del siglo XIX. Entró a estudiar al Instituto Nacional en 1840 y, años más tarde, en 1846, llamó la atención de Andrés Bello durante su examen final de latín, marcando el comienzo de una duradera amistad entre maestro y discípulo.
Con solo 19 años, ganó el llamado a concurso para llenar una vacante como profesor de Humanidades del Instituto Nacional. Pese a que se le exigía al postulante un mínimo de 21 años, el Consejo de la Universidad de Chile le concedió el puesto en razón de sus excepcionales méritos.
Desde su rol como profesor del Instituto Nacional y secretario general de la Universidad de Chile, abogó por una reforma al sistema educacional chileno, promoviendo la instalación de políticas educacionales que aseguraran la instrucción gratuita, laica y obligatoria, y luchó por ampliar el acceso a la enseñanza a todos los sectores sociales.
Sería nombrado Ministro del Interior en 1868, durante el gobierno de José Joaquín Pérez. Como tal, realizó numerosas obras públicas, además de impulsar una posterior reforma que permitió dar ocupación a las mujeres en las administraciones de correos y en las oficinas telegráficas.
Monumento a los Hermanos Amunátegui; Miguel Luis y Gregorio Víctor (1913). Se encuentra a un costado de la sede central de la Universidad de Chile.
En 1873, fue el primer rector civil de la Universidad de Chile, un hito que marcó la apertura de la institución a líderes fuera del clero.